Algunas leyes provocaban desigualdad. Entre las disposiciones existió una que eliminaba la condición del ciudadano, es decir, negaba la posibilidad de votar a aquel que fuera sirviente.
Las investigaciones demuestran que la delincuencia no se explica por la pobreza, pues en el siglo XIX abundan los ejemplos de miembros de las clases acomodadas vinculados con el bandolerismo.
Los bandidos obtenían ganancias por medio de asaltos, raptos, y solo en la medida en que se fueron endureciendo los castigos, pudo erradicarse su actividad.
Para controlar los desordenes, el gobierno echaba mano de gendarmes y de rurales (nombre que recibía la policía montada).
No hay comentarios:
Publicar un comentario